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lundi 28 janvier 2013

Abdelhamid Ben Badis

Abdelhamid Ben Badis

El jeque Abdelhamid ben Muhammad al Mustafá ben Makki ben Ibn Badis (Constantina, Argelia, 4 de diciembre de 1889 - Constantina, 16 de abril de 1940), más conocido como Abdelhamid Ben Badis (en árabe :عبد الحميد بن باديس), fue una de las figuras emblemáticas del movimiento reformista musulmán argelino en la primera mitad del siglo XX. Fundó en 1931 la Asociación de los Ulemas Musulmanes, que representó un papel esencial en la formación ideológica del movimiento nacional argelino durante las dos décadas que precedieron a la insurrección de noviembre de 1954.
Sus ideas están en la raíz de la idea política reformista que sitúa al Islam como uno de los elementos fundamentales de la identidad del pueblo argelino y como uno de los puntales de su lucha por la independencia de Francia.
Infancia
Ben Badis nació en Constantina, al noreste de Argelia, el 4 de diciembre de 1889. Creció en el seno de una antiquísima familia de clase media vinculada a la tribu zirí de los Sanhaya, uno de los grandes grupos bereberes del Magreb. Fueron emires de Ifriqiya en nombre de los fatimíes que habían conquistado Egipto en el año 969 y reinaron hasta 1512, pero en 1041 Al-Muizz ben Badis rechazó la obediencia fatimí para reconocer el califato abasí y recibió entonces el título de “Comendador de los creyentes en el gobierno de todo el Magreb”. Con esta ruptura y reconocimiento de la autoridad de Bagdad, Ifriqiya reafirmaba su voluntad de independencia.1 Cuando se refiere a este acontecimiento que marcó el destino político del Magreb, Ibn Jaldún asegura: “No está aquí únicamente la historia de nuestra familia, sino también la gloriosa historia de toda el África del norte musulmana”.2

Formación

Para perfeccionar su educación en lengua árabe, su padre le envió a estudiar a la Universidad Al-Zaytuna de Túnez en 1908, cuando tenía 19 años.
Cuando regresó a Constantina, con 23 años, se enfrentó a su primera decepción: el muftí de la ciudad no le permitió dedicarse a la enseñanza privada. Entonces, ben Badis decidió completar su formación viajando a Oriente Medio.
En primer lugar, se desplazó a Medina (Arabia Saudí), donde visitó a al-Wanisi, que se había retirado allí en 1904. Fue precisamente su apreciado maestro quien le proporcionó una carta de recomendación que le llevó directamente al prestigioso jeque Bahit al-Multií, en Halwan (Egipto). Allí obtuvo ben Badis su certificado en lectura y transmisión de las enseñanzas del Profeta Muhammad (iyaza).6

Regreso a Constantina

En 1914 regresó a Constantina y se estableció como maestro en la Mezquita Verde, haciendo uso de su título de alim. Tenía 25 años. Ejerció como profesor hasta los 29, coincidiendo con los cuatro años que duró la Primera Guerra Mundial.
En 1919, ben Badis opta por salir de la discreción que había marcado su carrera como pedagogo. Para eso, decide aceptar la oferta de los historiadores Martha y Edmund Gouvion,7 que le pidieron que escribiera una página en árabe para presentar su Libro de los notables magrebíes.8 Esta fue su primera oportunidad de desempeñar el papel público al que siempre aspiró en la esfera de Constantina.

La lucha por la independencia

Fue en estos momentos cuando ben Badis comenzó a dar forma a su idea de concienciar y movilizar a los árabes frente a las fuerzas ocupantes francesas. En su opinión, “la reforma de los musulmanes debía anteceder y condicionar al proceso de liberación sociopolítica ante una dominación colonial occidental que constituía únicamente la expresión más aparatosa del problema”.

Dos revistas al servicio de la difusión de ideas

Ben Badis consiguió hacer del Islam la bandera nacional de Argelia. Llevó a cabo una lucha personal contra la superchería y contra los santones a los que se confiaban los argelinos. A cambio, ofreció a sus conciudadanos un Islam depurado y ortodoxo del que emanaban las bases políticas a las que debían aferrarse para levantarse contra la metrópoli y exigir su independencia. Y así lo plasmó en las dos revistas que creó para difundir sus ideas y que tendrán repercusión en todo el conjunto del mundo árabe: Al-Muntaqid (“El censor”) y Al-Chihab (“El Meteoro”). Al-Muntaqid nació en julio de 1924 con un doble objetivo: promover la renovación interna del Islam en Argelia y proteger a los argelinos del laicismo de emanaba de las fuerzas colonizadoras. La revista no vivió más allá de cinco meses: Francia la cerró por un artículo que defendía la rebelión en el Rif, en Marruecos.

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